El cambio está dentro de ti, la oportunidad de ser, hacer, tener, cambiar … nunca es demasiado tarde.
La crítica sólo debe hacerse, después de haber discernido si el otro la aceptará o no, y después de haber ganado la confianza del otro, … el buen momento y la buena manera de ejercer la crítica, quién mejor que uno mismo, sintiéndose acompañado. … criticarse para mejorar, practicar la auto-reflexión, desde la auto-confianza, y para desde el auto-conocimiento, llegar a alcanzar la toma de consciencia.
Tener los ánimos, apoyarse en los méritos, el buen humor, la predisposición, la receptividad, … asumiendo la responsabilidad. Qué es ser yo mismo, percepción versus realidad, lo que veo y lo que percibo versus lo que hay, … lo que digo y como actúo versus lo que siento. Cuando perdemos la espontaneidad, qué sentimientos se reprimen o se dejan de expresar. Qué huellas dejan dichos pensamientos en nuestro cuerpo. Cómo descifrar esas huellas, cómo remediar esas lagunas y déficits de nuestro diálogo interior, cómo se manifiestan a través de mis actitudes y mis maneras de estar y hablar, de mi forma de vivir y afrontar la vida.
Retarse a trabajar sobre “lo que no somos y deseamos ser”, sobre “lo que somos y no nos gusta ser”, … desde el diálogo interior, … para ponerse en marcha y pasar a la acción. Cuestionar nuestras creencias y nuestras expresiones generalizantes y limitantes. Cambiar nuestro enfoque, nuestra visión y percepción de la realidad. Una “buena pregunta” lo puede cambiar todo, llevándote a algo desconocido. Ante situaciones cambiantes, desconocidas, deseadas o imprevistas, las “preguntas de oportunidad”, … para luego actuar, cambiar, avanzar.
|
|
Y cuidado con las etiquetas, eres mucho más que eso, puedes ser lo que quieras ser, como quieras ser y cuando quieras … sólo depende de ti.